Taller sin borde se mueve en el lugar intermedio entre el espacio, el objeto y el cuerpo.
Cose los bordes de las disciplinas; la arquitectura configurada y también efímera, el oficio cuidadoso de la joyería y la narrativa de la escenografía, entrecruzados por el ejercicio artístico.
Vuelve a los procesos de las técnicas precolombinas. Tras una investigación de las herramientas, las técnicas y las intenciones de la orfebrería, incorpora en su taller la piedra de río como herramienta, moldes de barro para cera perdida y fundiciones alternativas del metal.
El observar y preguntar por el hacer precolombino, trae al oficio de hoy materiales, herramientas y formas que crean conciencia del tiempo en la pieza y de los pensamientos que quedan en la joya con cada golpe.
Vivienda y espacios efímeros
Volver al proceso.
Técnicas orfebres prehispánicas.
Clases de joyería, técnicas prehispánicas y procesos creativos.
01/16
De la piedra en el metal
Del tiempo en la piedra
Del agua en la piedra
Del metal en el cuerpo
Joyería de autor
fabricada a paso lento
con técnicas prehispánicas.
En busca del equilibrio en el desequilibrio
Con estos veinte cuerpos le doy voz a lo femenino, a lo sutil, a lo que poco se ve.
Móviles que buscan el equilibrio oculto en los opuestos.
Encuentro la fuerza en la fragilidad, en el paso del tiempo, en el ritmo lento y en la decisión de transmitir un mensaje claro con voz suave.
Para muchas culturas los objetos fabricados por orfebres y ceramistas son
un medio para entregar una ofrenda, para señalar, pedir o agradecer.
El río, una circunferencia infinita.
Nace, recorre, muere, evapora, condensa y vuelve a nacer.
Aro de hielo que se nos va entre manos, ¿Hasta cuándo será infinito el ciclo del agua?
“El río es una circunferencia infinita, su ciclo del agua se está repitiendo hace 4300 millones de años, el tiempo que se cree el agua existe aquí en la tierra.”
Reflexiones con Ignacio Piedrahita
Somos una sumatoria de capas donde el núcleo es la cultura precolombina; la primera que lo cubre es la conquista española y desde entonces se suman capas, convirtiéndonos en seres híbridos. Algunas han sido influencias externas que hacemos nuestras, otras brotan como reacciones auténticas. En ocasiones no sabemos a cuál de estas responder como propia, pero no es posible desprendernos de cada capa que nos compone, somos todas ellas adheridas a nuestra piel.
Observo nuestra identidad y atravieso los cuerpos en búsqueda de la más profunda, el corazón prehispánico. Me he acercado a la pureza de los procesos: forjar con herramientas de piedra, fundir en moldes de barro y arena. Buscar la materia prima en los lugares que habito. Trabajar con el pensamiento y dialogar con el metal. Acercarme a las técnicas ancestrales me ha permitido desenterrar el núcleo y ubicar la piedra como puntero.
Broche - aguja
¿Qué nos une?
Piedra -Corazón prehispánico punteando la historia-
De origen volcánico, extraída del río.
Metal - Capas de metal fundido que se acoplan sobre la anterior, como la cultura que somos-
Limalla de plata 925, limalla de plata 900, recortes de cobre.
Madera -Territorio que nos soporta-
Origen de árbol nativo.
Bastón
¿Qué nos sostiene?
Metal:
Capas de metal fundido en arena y moldes de barro, unidos por la superficie de contacto.
Madera:
Corte, talla y quema con soplete.
Piedra:
Talla por Ricardo Rojas en San Agustín.
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